Un extraordinario ejercicio vinculado a la construcción y deconstrucción de conceptos es la revisión bibliográfica, el análisis de material audiovisual, el acercamiento al punto de vista de expertos y de aquellos que no lo son, la convivencia cotidiana, el estar presente a la experiencia, los momentos de tranquilidad y comprensión profunda, en fin, la apertura permanente al aprendizaje.
La invitación a realizar el ejercicio anterior permite aclarar en mayor o menor medida conceptos relacionados con la creatividad, la #inteligencia, el aprendizaje y la experiencia para después construir el del error creativo; una vez hecho lo anterior, podremos entrar en contacto con la idea de los errores como parte del proceso de #aprendizaje. Es un consenso ampliamente difundido el revalorar las equivocaciones como elementos que apoyan la conformación de productos, servicios o procesos creativos. También entendemos que los errores son aprovechados si el entorno en el que ocurren es adecuado para aprender del mismo a partir de distinguir lo aprovechable del mismo.
“El Error Creativo es acción”
Concepto propuesto
Así entonces, podríamos comenzar a definir el concepto propuesto de la siguiente manera:
El Error Creativo se distingue porque, contrario a los errores comunes, este se busca. Sucede sólo mientras se indagan soluciones o respuestas pertinentes e innovadoras hacia ciertos problemas que no pueden ser resueltos por el sentido común, la lógica o la inteligencia tácita. Esta búsqueda y exploración, no necesariamente conduce al Error Creativo, pero cuando este ocurre, se toma como elemento de calibración y posterior corrección de las ideas, hipótesis y acciones. Lo anterior implica que el Error Creativo sólo ocurre bajo un entorno de ejecución; es una condición irreductible que el sujeto esté en acción para cometer un Error Creativo, por lo que, por definición, el Error Creativo es acción.